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La IA no es una amenaza sino una herramienta al servicio de la creatividad humana


Adriana Vera Marca

Para muchos sonaba a ciencia del futuro, pero es, cada vez más, una realidad del presente. La inteligencia artificial (IA) ha venido para quedarse.  Y, por lógica el sector publicitario no se ha quedado atrás adoptando esta nueva tecnología, experimentando así un cambio de trescientos sesenta grados en el panorama empresarial.

Son ciertas todas aquellas capacidades innovadoras, creativas y planificadoras de las que presume la inteligencia artificial. Sin embargo, debemos recordar que su papel no es reemplazar a las personas, sino complementar y potenciar nuestras habilidades únicas.

La IA ha revolucionado la forma de planificar, crear y distribuir las campañas publicitarias. Su alta capacidad para analizar data y extraer patrones ha permitido una personalización sin precedentes en el campo, mejorando así la relevancia y efectividad de los mensajes publicitarios. Sus algoritmos optimizan el rendimiento de las estrategias de marketing digital; y ayudan a identificar audiencias específicas y seleccionar los canales de distribución más efectivos.

Sin embargo, mientras la IA es capaz de automatizar tareas repetitivas y analíticas, hay ciertos aspectos críticos en el sector que sólo pueden ser abordados por personas reales.

IA versus personas

Hablamos de las relaciones humanas que se crean entre clientes y Agencia, fundamental en la construcción de una confianza recíproca. La IA queda atrás cuando trata de interpretar emociones, adaptarse a situaciones cambiantes y establecer conexiones significativas que van más allá de los simples datos. La empatía y el juicio humano son los ingredientes esenciales en la publicidad.

Sin olvidarnos que, por muy inteligente que sea, la supervisión humana de las acciones es esencial en el sector. Es responsabilidad de las personas que las decisiones publicitarias sean éticas, inclusivas y respetuosas.

¿Y dónde queda la chispa de la creatividad? Pensar más allá, desafiar lo convencional, confiar en nuevas ideas y proyectos, la ambición y crear campañas inspiradoras y emocionantes que cautiven a la audiencia; todo eso es habilidad del humano.

La combinación entre inteligencia artificial e inteligencia humana es lo que realmente impulsa la innovación y el éxito en la publicidad, Por ello, la IA no es una amenaza, sino una herramienta poderosa que, combinada con las habilidades humanas, puede llevar la publicidad a nuevas alturas de efectividad y creatividad.